Lissi Judith Camargo Noriega será recordada como una mujer con una vida dedicada a los niños.

Ella se afianzó en esa labor cuando partió muy joven de su natal Ciénaga, Magdalena, a Barranquilla para estudiar licenciatura en preescolar en la Corporación Universitaria de la Costa.

Se destacó en sus estudios universitarios y tras culminarlos se dedicó a enseñar en la Institución Educativa La María de Ciénaga y luego regresó a Barranquilla para abrir un jardín infantil propio.

Según cuenta Milton Angulo, su hijo, el jardín lo tuvo hasta hace unos 8 años cuando lo cerró y hace cinco se pensionó, por lo que decidió radicarse y vivir en Salgar, en Puerto Colombia, bajo las tranquilidad de la brisa marina y las olas.

Sin embargo, todo esos sueños de vivir su vejez en paz terminaron truncados por una terrible confusión cuando el jueves pasado iba en compañía de su yerno, Ángel José Daza Cuello.

Lissi Judith había salido con su yerno en su camioneta en la madrugada a comprar unos productos en el área urbana de Puerto Colombia y cuando volvía a la vivienda de la mujer, en Salgar, fueron atacados a bala por los vigilantes del conjunto residencial donde reside Gerardo Vecino Villarreal, empresario y excongresista, quien habría alertado a los vigilantes porque supuestamente lo seguían en la camioneta donde venía Lissi y su yerno, pero todo fue un error.

Los vigilantes dispararon e impactaron del lado de copiloto la camioneta, del lado donde iba Lissi y recibió dos disparos en la cabeza.

El yerno, aunque fue impactado en una de sus piernas, fue la primera persona que la auxilió y, como pudo, logró trasladarla a la Clínica Portoazul, apoyado en otros familiares.

Milton, a eso de las 5 a.m., estando en Bogotá, donde reside, recibió una llamada a su celular avisando que a su mamá había resultado herida a bala, por lo que de inmediato empezó a hacer maletas para llegar a Barranquilla.

Ese mismo jueves, en la noche, conocieron la mala noticia: su mamá falleció a raíz de los dos disparos que recibió en la cabeza.

"Mi mamá era una persona que nunca conoció un arma en su vida, nunca en su vida. Ha sido una tragedia total, esto ha sido una tragedia para mí y para mi familia, totalmente. Esto ha sido lo más doloroso, además tenemos dos abuelos muy, muy ancianos y la noticia para mi abuela va a ser, va a ser fatal. Mi abuela no creo que soporte la muerte de mi mamá", dijo Milton.

Lissi era una fiel servidora de la sociedad y aún ya fallecida lo seguirá siendo. Sus hijos decidieron donar los dos riñones de su mamá para otras personas que lo necesiten.

"Ese es el legado de mi mamá para que otro pueda vivir", dijo.

El cuerpo de Lissi será trasladado a Santa Marta, donde residen sus padres. Allí le darán cristiana sepultura.

Milton y su familia solo esperan que se haga justicia y que la muerte su mamá no quede impune.

El General Edwin Urrego señaló el día anterior que se investiga si el escolta del excongresista también disparó y que pertenece a la UNP, debido a que en el lugar de los hechos hallaron proyectiles de los revólveres de los vigilantes, pero también había de una pistola 9 milímetros.

Lissi tenía 63 años de edad, dejó tres hijos y cuatro nietos.

Su familia solo pide una sola cosa: justicia.